Museo Nacional de Artes Visuales

"Carlo Levi y la Lucania", se titula la exposición que se inauguró el 4 de junio de 1998, en el Museo Nacional de Artes Visuales del Ministerio de Educación y Cultura, con los auspicios del Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Embajada de Italia en el Uruguay. Para la inauguración se contó con la presencia del diputado de la Región Basilicata, doctor Rocco Curcio.

Carlo Levi nació en Turín el 29 de noviembre de 1902 y murió en Roma el 4 de enero de 1975. Estudió medicina y se licenció en 1924. Su primera exposición la realizó en Turín en 1923. Desde 1924 participó regularmente en las Bienales de Venecia. A partir de 1925 comenzaron sus frecuentes estadías en París, ciudad en la cual realizó la primera exposición personal en 1932 y en la que vivió por largos períodos desarrollando una intensa actividad pictórica. En Italia fue detenido varias veces, la primera en 1934, por sus relaciones con "Giustizia e Liberta". En 1935 fue condenado a tres años de destierro bajo vigilancia policial en Lucania, antes en Grassano y luego en Aliano. En 1937 muchas obras del período lucano fueron expuestas en una exposición en Roma e incluidas posteriormente en una muestra antológica de pintura italiana en Nueva York. En 1939 emigró a Francia, de donde regresó en 1941. Adherido al Partito d'Azione, fue nuevamente detenido en Florencia en la primavera de 1943 y liberado en julio de ese año. La Bienal de Venecia de 1954 organizó una sala dedicada a Levi, en la que se expusieron numerosas pinturas de tema lucano. Veinte años más tarde, en 1974, se llevó a cabo una amplia muestra de su obra figurativa en el Palazzo Te de Mantua. En 1963 fue elegido senador como independiente en las listas del P.C.I., nombramiento que se confirmó en las elecciones de 1967.

Autor, además, de varias obras literarias, en 1945 publicó la novela "Cristo se detuvo en Eboli", obra semiautobiográfica escrita en Florencia en los años de la guerra y relativa a su experiencia del destierro, que en los setenta fuera llevada al cine con la dirección de Francesco Rosi y el papel protagónico de Gian Maria Volonté.

La crítica en general ha considerado que Levi alcanzó la madurez pictórica en su evolución figurativa con la producción lucana, separándola de la fase lírica turinesa y de las instancias impresionistas de la pintura del período 1931 a 1933. Ferrata afirmó que en el mundo lucano de Levi "ya está creado todo y por eso puede convertirse de una manera superior en objetivo, y la discordia de la pintura moderna se supera en un realismo esencial". Muchas de sus pinturas del destierro lucano aparecen como una precoz solución a problemas y temáticas que iban madurando hacia la mitad de los años treinta entre Milán y Roma y que encontrarían un terreno de reflexión y experimentación pictórica sólo a finales de la década, gracias a las personalidades que se movían alrededor de las revistas "Prospettive" y "Corrente". El exilio de Levi en París le impidió una participación activa en el debate, pero la actualidad de la poética de su pintura lucana y la originalidad de las propuestas figurativas ya habían aparecido en toda su evidencia. Y así fueron comentadas por la crítica de la época.