Museo Nacional de Artes Visuales

No es fácil de establecer en el conjunto de la obra de Antoni Miró una cierta cronología en lo que se refiere a la utilización de recursos, técnicas y opciones estilísticas, ya que no vacila en experimentar con todo lo que le llega a sus manos y le despierta interés. Junto a su inquietud experimental de lenguajes estéticos y medios expresivos, cabe también resaltar como una especie de común denominador mantenido a lo largo de todo su itinerario, su compromiso con la realidad circundante y con la existencia cotidiana que sobre todo se evidencia y madura en los últimos quince años. Es así como el conjunto de trabajos recogidos bajo la denominación de "América Negra" o "El dólar"- por citar sólo algunos- son sin duda representativos de la atención especial que Miró presta a la explotación de la ciudad histórica, y a su utilización como una fuerte imagen simbólica.

La obra de Miró es una radical crítica de denuncia y adopta en muchas de sus propuestas una gradación creciente de humor, ironía y sátira despiadada, mezclando sus montajes visuales en composiciones basadas explícitamente en códigos lingüísticos emparentados con los medios masivos de comunicación. Asegura así una inquietante función catártica sobre el sujeto, el cual no se puede limitar a ser un espectador neutral e indiferente.

Ejemplo de cómo utilizar eficazmente el carácter conminatorio de los efectos visuales, la obra de Antoni Miró no está exenta de un elocuente índice reflexivo.
Porque si es evidente que la suya es una "pintura de conciencia", no es menos cierto que en su proceso creativo se incluye un remarcable grado de "conciencia de la pintura"

Romá de la Calle "Plástica valenciana contemporánea"