Museo Nacional de Artes Visuales

Sesenta obras arqueológicas mixtecas y zapotecas de pequeño, mediano y gran formato, entre las cuales se encuentran varios ejemplos de cerámica, urnas, esculturas de piedra, objetos de oro, obsidianhttp://mnav.gub.uy/prensa/zapoteca.jpga, concha, hueso, jade, cristal de roca y algunos elementos arquitectónicos como relieves, integran la muestra inaugurada el primero de julio, en el Museo Nacional de Artes Visuales del Ministerio de Educación y Cultura, ubicado en el Parque Rodó, con motivo de la visita del Presidente de los Estados Unidos de México, Licenciado Ernesto Zedillo. La exhibición, que cuenta con los auspicios de la embajada de ese país, permitirá al espectador tener una visión general de la vida y de las creencias de ambas civilizaciones, así como de su alto nivel de expresión artística.

Oaxaca, región montañosa con abundantes valles ubicada al sur de país, fue sede del desarrollo de la cultura mixteca y de la cultura zapoteca, dos importantes manifestaciones del México precolombino. Estos pueblos se denominaban entre sí "los hombres de las nubes", muy probablemente porque las dos ciudades más importantes, Monte Albán y Mitla, se encontraban en la cima de montes ubicados en la parte central del Valle de Oaxaca. Monte Albán, la gran metrópoli de los zapotecas, competía en esplendor con otros grandes centros de la época como Teotihuacan, Tikal y Palenque. En esta monumental urbe mesoamericana se han descubierto vestigios de una de las más antiguas escrituras americanas. Cuando Monte Albán fue deshabitada por los zapotecas, los mixtecas se apoderaron de la ciudad y utilizaron las tumbas existentes para realizar sus ofrendas. Aun cuando el estilo arquitectónico y la decoración de la ciudad es claramente zapoteca, se encuentran influencias y vestigios mixtecas, especialmente en objetos de oro y cerámica.

La cultura zapoteca se desarrolló entre el 100 y el 900 d.c., y los temas que dominaron las manifestaciones plásticas de su período clásico se basaron en el deseo de perpetuar los eventos históricos y la devoción de los dioses. La cultura mixteca, por su parte, floreció entre el 900 y el 1521 d.c., y supo crear una elegante cerámica caracterizada por la policromía que se considera entre las más hermosas de Mesoamérica.

En las excavaciones arqueológicas realizadas en 1932 en Monte Albán, se descubrió la tumba 7 que contenía el más rico ajuar funerario de piezas de oro. El personaje principal de esa tumba, probablemente un jerarca, lucía una valiosa banda que ceñía su cabeza y de la que caía una pluma de oro de gran longitud que presentaba incisa otra pequeña pluma de forma circular. Collares, pectorales, brazaletes, bezotes, orejeras y anillos realizados en oro y otros materiales, como jade, perlas, azabache y ámbar, una pechera con hilos de turquesa, perlas, concha y cuentas de oro, finas cerámicas y urnas, son algunos de los tesoros que conformaban el espléndido ajuar funerario.