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Museo Nacional de Artes Visuales

Circo al mediodía, 1938
Manuel Espínola Gómez (1921-2003)

 - Circo al mediodía, 1938 - Manuel Espínola Gómez (1921-2003) - Museo Nacional de Artes Visuales

Circo al mediodía, 1938
Manuel Espínola Gómez (1921-2003)




Circo al mediodía, 1938.
Rojos y naranjas encendidos atraviesan la lona del circo "Pensado". Espínola pintó esta obra con tan solo 17 años de edad, dentro de la carpa, en el horario que da título al cuadro. La obra está trabajada con espátula y algunos toques finales de pincel. Manuel sacaba cada media hora la pintura al exterior porque se encandilaba debido a los reflejos interiores; estudiaba el color y luego regresaba a la tarea. El resultado no lo dejó demasiado conforme, motivo por el cual arrolla el lienzo y lo olvida. En 1940 el músico Eduardo Fabini se entusiasma con la pintura y la manda a enmarcar por su cuenta. Inscribe la obra en el Primer Salón Municipal de Artes Plásticas de Montevideo, la cual obtiene un Premio Adquisición para su autor. xxx

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Circus at Noon, 1938
Fiery reds and oranges traverse the tent of the Pensado Circus. Espínola painted this work when he was only 17 years old, inside the tent, at the hour that gives the painting its title. The painting was made using a spatula, with some final brush touches. The young artist took the painting outside every half hour because he became dazzled by the glare in the interior; he would study the color and then go back to work. The result did not satisfy him, which is why he rolled up the canvas and all but forgot about it. In 1940, musician Eduardo Fabini saw the painting and he was so impressed, he had it framed on his own account. He submitted the work for the First Municipal Salon of Plastic Arts of Montevideo, where it obtained an Acquisition Prize for its author.

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Circo ao meio‑dia, 1938
Vermelhos e laranjas acesos atravessam a lona do Circo Pensado. Espínola pintou esta obra com apenas 17 anos de idade, dentro da barraca, no horário que dá o título ao quadro. Foi trabalhada a espátula, com alguns toques finais de pincel. A cada meia hora, o jovem artista tirava para o exterior a pintura, deslumbrado pelos reflexos interiores; estudava a cor e retomava depois a tarefa. Não ficou muito satisfeito com o resultado, motivo pelo que enrolou a tela e acabou esquecendo. Em 1940, o músico Eduardo Fabini empolgou‑se com a pintura e mandou emoldurá‑la por sua conta. Inscreveu a obra no Primeiro Salão Municipal de Artes Plásticas de Montevidéu, onde obteve um Prêmio Aquisição para seu autor.

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