Logo MNAV

Museo Nacional de Artes Visuales

Silveira y Abbondanza: un legado

SECUENCIA DE LA CAÍDA<br>5 piezas de cerámica bizcochada sobre base de madera 60 x 40 x 4 cm<br>1983<br>Sin firma - Silveira y Abbondanza: un legado - Museo Nacional de Artes Visuales

SECUENCIA DE LA CAÍDA
5 piezas de cerámica bizcochada sobre base de madera 60 x 40 x 4 cm
1983
Sin firma

Silveira y Abbondanza: un legado


Detalle

08 de Set, 2017 – 15 de Oct, 2017
Museo Nacional de Artes Visuales
Sala 1



Dos ceramistas y una entrega

Hay edades de la vida en las que es necesario tomar decisiones definitivas. Por eso resolvimos entregar al Museo Nacional de Artes Visuales las obras de cerámica que habíamos guardado en nuestro poder durante décadas, agradeciendo la custodia que esa institución se dispone a ejercer sobre estos trabajos artísticos.
La donación incluye veinticinco piezas esmaltadas y siete obras más complejas, integradas por numerosos componentes. Aunque eso consiste simplemente en la transferencia de unos objetos de arcilla, se trata de un acto que para nosotros asume otro valor, no ya a nivel cultural o legal, sino a escala emocional. Porque supone desprenderse de lo que realizamos y luego conservamos durante tantos años, como si ahora le dijéramos adiós con los brazos en alto.

Enrique Silveira y Jorge Abbondanza

A propósito de la pregunta acerca de las razones de por qué donar y el lugar elegido como destino, Abbondanza desarrolló las ideas del equipo: «Nos generó gran pena la idea inicial de desprendimiento». Sin embargo, gira el clima de la frase y enfatiza enseguida que, «por encima de todo, dicha determinación también significó una enorme alegría. Porque para nosotros esta decisión fue el resultado de una tarea juiciosa.

Ma. Eugenia Grau

Escribí varias veces, en la posdictadura, acerca de lo que llamé «postura combatiente de la cultura» durante ese período. Destaqué en esos textos la desazón de Dumas Oroño, que fue llevado por esos tiempos, y creyó llegar a lo que llamó una «no pintura». Recordé a Hilda López, que hizo públicos en forma intensa los dramas de su gente y su país; también a Lacy Duarte y a Nelbia Romero, ambas con una exasperación expresiva canalizada en diferentes temáticas. Me referí a muchos otros, entre los cuales no valoré en sus justos términos, como aporte a la historia local, lo que hicieron entonces Silveira y Abbondanza, cuando recurrieron, en general, a una suerte de «humor negro»; sin dejar de lado el rigor expresivo y técnico que ha caracterizado toda su obra.

Olga Larnaudie